No sabes lo que me ocurre, es un problema bien gordo, y es que no consigo olvidarte ni olvidándome de ti.
Uno siempre intenta no comparar a las mujeres de su presente con las que ya pasaron, pero lo que uno no puede evitar es compararlas con aquella persona que es su ideal de mujer, esa mujer que uno idealiza en la cabeza. Y mi problema radica en que esa mujer eres tú, tú que fuiste y ya no eres, has conseguido proclamarte mi ideal, y cuando un ideal tiene nombre propio ya si es inevitable la comparación.
Así, todas las que lleguen tendrán el gran pero de no ser tú. Y hoy, me he dado cuenta de que aun sigo enamorado de ti, de ti, que fuiste y ya no eres.
No obstante hay no terminan mis problemas, y es que por otro lado está la mujer a la que siento como mujer de mi vida, y mis decisiones serpentean entre la mujer de mi vida y mi mujer ideal, tan distintas ambas y a la vez tan importantes…
Y así ando en este embrollo, sin saber si la felicidad esta en ti, en ella, o en una tercera aun por aparecer que aglutine las dos cualidades. Y ahora me voy a la cama, que bastante tengo con lo que tengo…