Quiero que llegues de una vez, te odio cuando impasible no reaccionas a un corazón que te llama a gritos. Al menos podrías haberte presentado ante mi, decirme que existes y que espere tranquilo. Que llegara un día en que de un golpe pongas por fin de acuerdo a cabeza y corazón y no tendré que volver a preocuparme. O bueno, no pido ni eso. Quiero que me digas cual de los dos usar para encontrarte y que hacer cuando ambos pidan su momento. Y se que aquí no estas ni tú ni tu respuesta. Pero te he buscado en tantos lugares que probar sobre este papel no me parece ni descabellado. Ven antes de que la cabeza mate al corazón, o el corazón me coma la cabeza.
Tu solo ven y dime.
Tu solo ven y dime.