Hay cosas que nunca te diré, que nunca te llegaré a decir pero que las voy a dejar por aquí, en un sitio remoto lejos de que las encuentres... Aunque supongo que el hecho de guardarlo en el fin del mundo, ya implica jugar con la posibilidad de que algún día (remoto también) lo encuentres y leas esto.
El día que te dije adiós, de aquella manera tan fría, no salían lagrimas de mis ojos no por tener un corazón helado, sino porque estaba completamente carbonizado. Te di la imagen de mi que necesitabas ver en ese momento solo para saber que acabarías bien, aun sabiendo con la moneda con la que se me pagaría. Ya conoces de mi devoción por los actos suicidas en cuestión de amores.
Cuando dije que moriría por ti, no lo decía en un sentido literal pero sí completamente en serio. Y aquella noche a la vuelta de la playa maté a la persona enamorada que era, y de la que guarde algunas cosas y añoro otras. La maté porque te quería tanto que no podía soportar ver como aquel hombre ya no te hacia feliz. A sabiendas de que ningún hombre que yo pudiese ser conseguiría cambiar el hecho de que estabas ausente, a varios metros, en otro lugar...
Andado el tiempo me di cuenta de que el hombre que era estaba enamorado de la mujer que fuiste, pues tu a aquella chica maravillosa ya la habías dejado atrás hacía tiempo sin que lo hubiese advertido. Y para cuando me quise dar cuenta yo ya estaba con otra mujer.
Así que recuerdo aquel tiempo maravilloso como una vida que ya paso, un eterno romance sobre dos almas, hechas la una para la otra, un hombre y una mujer que un día coincidieron en nuestros cuerpos y que, estoy convencido, se siguen buscando sin descanso, pues a aquella pareja, la quitaron de quererse, pero nunca de olvidarse.
2 Mensajes en el contestador:
Advertencia para los que os animéis a comentar, estoy bien eh? que no estoy al borde de una depresión ni nada por el estilo :) es solo una composición bastante alejada de mi situación sentimental actual.
Echaba de menos esto, leerte :$
Publicar un comentario